-Esta triste historia empezó un viernes en el que yo y mi familia decidimos ir a Calatayud, ahí vivía mi Tío yo solo tenia 7 años. Llegamos sobre las ocho de la tarde a la casa de mi Tío como siempre me senté en su regazo y el con su mítico cuaderno de dibujos me enseño los dibujos que me preparo para que yo los terminase. Llego la hora de cenar y como cualquier niño de 7 años se sentia perfectamente al lado de su tio, yo sinceramente lo tenia mas como un maestro de la vida, sus mejores cualidades era dibujar, tener paciencia con todo ya que cada cosa nos llegara de una forma u otra, y las mas importante era muy noble y respetaba a cualquiera con que lo hiciese por igual. Después de una cena llena de risas quien se imaginaba que esa seria la "ultima cena".
-Al día siguiente me desperté triste ya que no quería irme, había algo que me impedía irme que hacia que gritase con lagrimas en los ojos; "Mama no nos tenemos que ir aun! , vamos a quedarnos mas por favor". No tenia un motivo concreto para hacerlo pero yo gritaba sin parar que debíamos de quedarnos. Pese a mis intentos mis padres, mis abuelos y yo nos despedimos de el, de mi tía y de mis primas y nos subimos al coche, me acuerdo perfectamente como me gire y le mire por la luna trasera como saludaba con su sonrisa alegre pero firme en su robusta cara. Me dormí casi todo el camino, cuando ya faltaba poco para llegar a mi casa, llego... llego esa llamada que tanto odie y sigo odiando. Mi Tío había sufrido un infarto. En ese momento no supe como sentirme ya que nunca había sentido algo así Tan solo me eche a llorar y llorar. Y desde ese día pensé en cuantas cosas pude haber hecho con mi Tío si el siguiese vivo. Hay tantas que no caben ni en 999 entradas de blogs.
-Pero ahora ya lo he aceptado. he aceptado la muerte y me la tomo como algo normal de la vida. Nunca te esperas cuando viene ni por que. Pero viene y te quita algo muy importante. Por eso digo que aprovechad todo el tiempo que podáis y lo paséis con quien mas améis en vuestra vida.
Esto es especialmente para ti Dorin, que así se llamaba el.
"Gracias por enseñarme todo lo que aprendí de ti aunque lo aprendí en poco tiempo supe apreciar todo lo que me trasmitiste, estés donde estés te quiero mucho y te recuerdo siempre que puedo y si la memoria me deja te recordare siempre que pueda"
