jueves, 13 de febrero de 2014

Miradas.

Y aquí seguimos una fría tarde de domingo, ventanas llenas de vaho, miradas que van y vienen, besos cada 3 minutos, sin parar. Seguimos estando aquí, seguimos con esto adelante, nada nos para. La ventana se va empañando más y más, pero eso no impide que nos deje ver lo de afuera, te empanas, vuelves a escribir algo, la miras y así hasta que todas las luces se apagan. Hay momentos que te quedas mirando por la ventana antes de que se llene del todo de vaho y ves el horizonte, como limite una molestas montañas que no te dejan ver mas allá, pero eso no significa que te impida soñar con lo que hay detrás. Por eso aunque el destino te ponga obstáculos, que nada ni nadie te impida soñar con cosas diferentes ya que detrás de esas montañas que ves a través de la ventana hay mas mundo, mas experiencias, no te dejes atrapar por la rutina.

Yo sigo escribiendo esto mientras tu me miras sin que yo me de cuenta, escribes pensando en otra cosa y no en lo que estas escribiendo, te levantas, miras a tu alrededor, y te tiras en la cama. Ahora es mi turno, mi turno de mirarte sin que lo sepas, de mirarte y sentir que se me llenan los ojos de alegría, ahora es mi turno de hacerte feliz y darte todo el amor que se que otros no han sido capaces de ver lo mucho que mereces la pena. Te acaricio como si fueses una pieza delicada de decoración que decora mi habitación, te miro como si fueses un cuadro al que le van a prender fuego y va a ser la ultima vez que lo vea, te huelo como si fueses las ultimas gotas de un frasco de perfume caro, te siento como cuando me como un trozo de chocolate, placer intenso y duradero, ilimitado placer, te oigo como los últimos segundos de la ultima composición de Beethoven... te amo y ese sentimiento no se parece a nada en el mundo por que es único. Te levantas me miras, vuelves a caer en la cama como una pluma que se desprende del plumaje de una ave, te giras pero no dejas que te vea toda la cara, me miras, a través de tus dedos, inocente e ignorante de lo que pueda pasar, vives cada segundo como si fuese el ultimo, me besas como si no hubiese mañana, como si fuese tu primer beso, cosa que yo ya ni recuerdo... bueno si, era un día soleado, en el que nada es lo suficientemente importante como la espera que yo sentía por ver esos labios por saber lo que era probar ese fruto prohibido, yo sentado en esas escaleras, que dentro de unos días empezaría a ver despedidas cada día, la esperaba contando cada segundo poniéndome nervioso a momentos hasta que oí un "tss" "tss". me levante acto seguido y la vi, me quede un momento mirándola, no sabia si besarle por si su madre se había ido pero mientras que pensaba esto sus labios ya estaban en contacto con los míos, vuelves a tirarte en la cama te tapas con vergüenza como si fuese la primera vez que me besas, estas roja, sientes la misma sensación que tenias al principio al verme por primera vez. Hierves de pasión, tus venas son las carreteras hacia el infierno de placer, te despejas, te levantas, me miras, me abrazas y me dices te quiero al oído. La ventana ya ha ocultado del todo el exterior debido al vaho. Te separas de mi, dibujas un corazón en la ventana, un te quiero, y al mirarte empiezas a desvanecerte, desapareces como la niebla cuando sale el sol, tal vez.. todo ha sido mi imaginación... tal vez no entienda la vida como debe de ser. Levanto la mirada miro la ventana, y veo de repente al lado de lo que escribiste "Tranquilo volveré cariño".

martes, 4 de febrero de 2014

EN EL FONDO DE MI CORAZÓN.

En el fondo de mi corazón existen algunas bondades que te las debo a ti, a la persona que me ha demostrado que amar es fantástico, a esa persona que me ha enseñado que en la vida podemos alcanzar todo lo que nos propongamos, y que la paciencia es algo necesario si queremos lograr nuestras metas. Pero también he de ser franca, y lo cierto es que el hecho de poder haberme cruzado en tu camino me ha facilitado mucho las cosas, porque estoy totalmente convencida de que no hay nadie en el mundo como tú, o al menos, de que no existe otra persona que pudiese hacerme tan feliz como tú me haces. Ser feliz incluso cuando tengo los peores problemas, cuando me levanto por la mañana y busco energías para poder afrontar un nuevo día y vencer todas las dificultades, pero si en algún momento me empiezo a sentir abatida, lo único que tengo que hacer es pensar en ti, y como siempre estás en el fondo de mi corazón, lo cierto es que me resulta mucho más fácil levantar de nuevo la cabeza y mirar al frente para solucionar todo lo que se ponga en mi camino. Por estas y otras muchas razones eres la persona de mi vida, la persona con la que estoy totalmente convencida de que pasaré muchos años y que sin duda alimentará mi espíritu y me demostrará que la vida merece ser vivida.