martes, 20 de agosto de 2013

♥Belinda♥

Todos los días son igual, te levantas sin ganas de nada, sin energía, pensando solamente en como seria tu vida si fueras feliz, o estuvieras al lado de alguien, besándole, acariciándole, diciéndole te quiero, pasando cada momento junto a esa persona. Pensando en hacer realidad todos tus deseos y fantasías. Esos días en los que ni la música te alegra, ni la cosa mas bonita del mundo puede sacarte una sonrisa. Esos días son odiosos. Sientes que el mundo se te viene encima, que no puedes mas, no puedes seguir aquí, en este mundo de idiotas. No puedes más, y te rindes. Pero justo, en ese momento alguien llama a tu puerta y tú claramente abres educadamente, por una persona más en tu vida, que mas dará. Esa persona y tu os vais conociendo poco a poco, intercambiando gustos, hobbies, etc. Hablando horas y horas, sin cansarse ninguno, pero, poco a poco te vas dando cuenta de que esa persona que ha llamado a tu puerta, no es una simple persona más, de que es mucho mas que eso, también te das cuenta de que tenéis muchas cosas en común y que esa persona hace que te olvides de todos tus problemas, y solo quieras vivir la vida y ser feliz. Poco a poco, vais cogiendo más confianza  y mostrándoos cariño. Hasta que llega el día y te das cuenta de que no puedes vivir sin esa persona, que es necesaria para ti, es como la droga, y cuando te falta la anhelas y la necesitas tanto que harías lo que fuera por tenerla. Piensas que todo esto que esta pasando es un sueño, un sueño del que no quieres despertar nunca. Sabes que por muy lejos que este esa persona, la sientes como si estuviese a tu lado, rozando tu piel, besando tus labios y mirándote a los ojos mientras te dice que te ama. En ese momento ves que te has enamorado y que no hay marcha atrás, es algo inevitable, pasa porque si. Te enamoras y te paras a pensar el porque, que porque te gusta esa persona, pero por mucho que piensas no sacas solución alguna, no sabes porque le amas, pero le amas. Cada vez puedes menos con su ausencia, le extrañas muchísimo, necesitas sus besos y caricias, deseando de volver a verle. Que por mucha distancia que haya escuchar su voz es un alivio. Se convierte en la persona más importante de tu vida, en el aire que respiras, a veces te falta el aire, pero miras a un lado y esta ahí, miras a otro lado y también esta, que aunque no le veas, esta en todas partes. Llega a un punto en el que le echas tanto de menos, que hasta duele, lloras cada noche pensando en cuando llegara el puto día en el que tus manos tocaran con las suyas. Pero a pesar de todo eso sigues sonriendo al ver que el te demuestra su amor. En días grises y de lluvia el sonríe, para que al menos en tu mundo este soleado, y brille el sol mas que nunca, parecerá mentira pero siempre consigue sacarte una sonrisa y hacerte feliz con cualquier tontería que haga. Siempre le agradeceré que este a mi lado, porque ha conseguido lo que nunca nadie había conseguido en toda mi vida. Y me ha demostrado más que nadie, me haya podido demostrar. Joder, le amo. No pienso perderle por nada del mundo, ya cometí errores parecidos y me arrepentí, y no quiero arrepentirme otra vez. Y que no piensen arrebatármelo, porque matare monstruos, cruzare ríos y escalare montañas solo para encontrarle. ¿Qué porque? Porque le amo, y es lo mejor que la vida haya podido darme. Me gustaría poder derramar alguna lagrima escribiendo esto, pero por mucho que lo intente no puedo, la alegría que me produce al tenerlo junto a mi puede a toda la tristeza que llevo dentro. Si es que le amo, con la mirada nos decimos todo. Sinceramente, no se como acabar, porque por mi no acabaría nunca. Solo pido un deseo antes de marcharme, y es que sea feliz, con eso me sobra. Belinda.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario