martes, 20 de agosto de 2013

UN DÍA NORMAL.

Y ahí estas, tumbada encima de la cama, con una pluma y un trozo de papel, a ver si se te ocurre algo que escribir, algo que exprese tus sentimientos, una misera frase, que no diga nada, pero que a la vez diga todo. Mientras escuchas tu canción favorita, que claramente es alguna que te recuerde a él. Te quedas pensando, pero nada te viene a la cabeza. Sales a la calle a que te de el aire, observando la naturaleza, a ver si te da esa chispa de inspiración que necesitas, para empezar a escribir. Algo te viene a la mente y empiezas a escribir, pero no estas conforme, no te gusta, y lo rompes. Coges otro papel y a seguir pensando. Miras sin intención hacia la mesilla, y ves su foto, ves como sonríe, como erais felices en ese momento. Eso te ayuda, y te inspira, y de nuevo comienzas a escribir, pero nada, lo vuelves a romper, no te convence. Sigues pensando y mirando al cielo, mientras las canciones van cambiando una por una. El tiempo pasa y tu sigues sin ideas, sin nada que te inspire. Por mas que buscas algo, algo que te haga feliz, no lo encuentras. Ni una misera palabra que exprese tus sentimientos.
Te rindes, nada te viene a la cabeza, y te dispones a dejarlo para otro momento, cuando de repente abren la puerta de tu habitación, y entra un niño corriendo, a saltar encima de tu cama, para estar contigo. Es Dani, mi hijo. Me pregunta que que hago, y le digo que pensar en papá. Dani agacha la cabeza, y con un suspiro y un nudo en la garganta me responde que el también le echa de menos. Le doy un beso en la frente y le digo que papa volverá algún día, que papa es un ángel y los ángeles nunca mueren. Dani se va del cuarto para dejarme sola recogiendo la pluma y el trozo de papel, cuando algo me viene a la cabeza, y empiezo a escribir, esta vez si, si que me convence, son solo varias palabras, pero que lo dicen todo. Guardo la carta en un cajón para que nadie la encuentre y la lea, acuesto a Dani y me voy a dormir yo también que ya es tarde. Antes de dormir pienso en que mañana sera otro día. Me cuesta dormir, pero al final lo hago.
BUENAS NOCHES.

                                                                    
En la carta ponía: Mi amor, Dani y yo te necesitamos aquí en la tierra, no en el cielo, te echamos de menos, por favor, vuelve. Te quiero.

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