martes, 27 de agosto de 2013

Aprovecha.



No sabes como un día te despiertas, miras a tu alrededor, aunque todo sea lujo y comodidad sabes que nada volverá a ser como antes. El se ha ido. Tu te creíste su juego. Sus piropos que únicamente eran balas que anulaban que vieses que el te quería como otra mas, como un juguete. Los días pasaban y su ausencia eran días y días lluviosos. Te levantabas y te pasabas el día mirando por la ventana, viendo parejas yendo de la mano. Niños jugando con sus padres. Chicas sonriendo a sus novios en medio de un beso apasionado.
Ves todo lo que tu quisiste en un día. A veces sales afuera mientras que llueve para que las lagrimas se camuflen, pero eso no calma tu ira, tu ira de haber sido utilizada, te sientes como una mierda. Cuando quien tiene que estar así es el. Ya no tienes fuerzas. Has aguantado demasiados golpes, han jugado demasiado contigo. Ya no crees en nada, ni en ángeles de la guarda, ni en el amor, ni en que nadie te sepa valorar por lo que eres y no por como eres. No quieres enamorarte de nadie, tan solo quieres cuidar de ti misma y de los tuyos. Pero pese a todo esto sabes que no, que no puedes, que tu no eres así. Por naturaleza tiendes a dar amor y cariño, y esta vez necesitas dar buena ostia de amor a alguien y desahogarte por todo lo que has sufrido. Después de 1 año de estar en la cama, llorando, perdiendo físico, haciéndote daño por un idiota decidiste volver a sonreír. No sabes el motivo pero decidiste hacerlo. Cerrabas puertas a cualquier chico que te diese una muestra de que iba a ser igual que el anterior. Menos un día. Fuiste como de costumbre a por el pan. Vestida muy simple, no llamabas la atención. Ibas concentrada en el móvil con el pan en los brazos cuando te tropezaste y caíste al suelo, desde el otro lado de la calle te vio el. Corrió hacia a ti, te ayudo, puso el pan en la bolsa. Y te dijo que si estabas bien. Su voz al principio te hizo tener un escalofrió en tu piel. No sabes por que pero te quedaste empanada mirándole. Sin decir nada. Hasta que reaccionaste y le dijiste gracias. Cada uno os fuisteis por vuestro lado. Nunca mas supiste de el. Y hasta ahora te arrepientes de no haberle dicho algo mas que gracias.

Moraleja:
"Nunca dejes que algo del pasado te bloquee antes una nueva oportunidad, a lo mejor esa nueva oportunidad es la definitiva."


Escrito por Cristian Pascu

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