Sales corriendo, no sabes la dirección tan solo quiere correr, huir del mal, destruir cada cosa que se ponga en medio tuyo, vas sin motivo alguno pensado en pillar cualquier pared y romperla por que en momentos así tus fuerzas son sobrenaturales, ves la muerte como única salida, ves que al final de tu túnel solo hay una luz negra que intenta absorberte mas y mas hasta acabar con tu alma.
Llegas a sentir una presión en tu pecho incontrolable, no te deja respirar, empiezas a sudar, no ves otra solución, te levantas, tiemblas en un mar de dudas, mientras un tsunami cae encima tuyo como el puñetazo que te da el aire frío al salir de tu casa.
Llegas a la cocina, vas al cajón, sacas el cuchillo, lo miras, sientes que tienes que hacerlo cuando no han pasado ni cinco segundos y estas en el suelo vibrando como el móvil cuando el te manda mensajes para saber que haces, pasan un minuto y toda tu sangre esta por el suelo como si de una ola gigante que ha invadido la cocina se trate. Ahí se acaban tus días, te vas a tu luz negra, te reúnes en el infierno y sigues con tu tortura por los siglos de los siglos amen.
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